Dignidad: percibida y expresada en el trato humano, en la personalización de los servicios, en la cercanía y en la calidad de relación con los usuarios y sus familiares.
- La vejez como valor: concebida como etapa de plenitud abierta a nuevas experiencias, debiendo impulsarse su papel en la sociedad.
- Actitud de servicio: entendemos el servicio como actitud de disponibilidad y entrega ante las necesidades y demandas de las personas.
- Participación: aportación de todos los agentes (residentes, familias, profesionales y voluntarios) con una cultura de colaboración y comunicación.
- Calidad: percibida por los usuarios, personal y por el entorno social como elemento impulsador de mejora continua en la atención y gestión.
- Colaboración: adoptamos una actitud de apertura, de reflexión y colaboración con las instituciones y entidades implicadas en las prestaciones de servicios a personas mayores.
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